5ºA
MI ABUELO ALONSO
Germán empezó a leer “D. Quijote de la
Mancha” en clase. La “seño” les contó cómo era este personaje y entonces se dio
cuenta de que se parecía mucho a su abuelo. ¿Por qué?
Pues su abuelo, que además se llamaba
Alonso, siempre había ido en moto a todas partes y la cuidaba como si estuviera
viva, ¡tenía ya un montón de años y seguía como nueva! La llamaba “Rocinante”.
Alonso tenía un amigo que se llamaba Pancho,
regordete y bajito, simpático y campechano, y desde que los dos se habían
jubilado iban juntos a todas partes. Pasaban mucho tiempo en la biblioteca, ¿Y
sabéis cuáles eran sus libros favoritos? ¡Los de Caballería!
El abuelo de Germán tenía hasta su propia
Dulcinea, su abuela Aldonza, a la que había conocido en un tren que atravesaba
Castilla La Mancha, cuando sus familias habían partido de Andalucía para
empezar una nueva vida en Madrid. Desde entonces no se habían separado.
Algunas personas decían que Alonso estaba un
poco loco porque siempre estaba fantaseando, pero Germán sabía que no era así.
Era su mejor amigo, con el que leyendo libros de caballería imaginaba vivir
grandes aventuras.
Clara García Castañeda. 5º A
Primer Premio
DON
QUIJOTE Y LA MÁQUINA DEL TIEMPO
Un día Don Quijote y Sancho recorrían unas
tierras extrañas, cuando se encontraron con niebla espesa-
- Señor,-dijo
Sancho- se está haciendo tarde, deberíamos encontrar un lugar para pasar la
noche.
- Buena
idea Sancho.-contestó Don Quijote- Allí se ve una casa. Pediremos cena y cama
para hoy.
Llamaron a la puerta y apareció un hombre
muy alto y flaco, vestido con una túnica negra.
- ¿Qué
quieren?- Preguntó con voz profunda.
Sancho Panza tragó saliva y dijo:
- Queríamos
alojamiento para mi señor y para mí, y si es posible cuadra para estos
animales.
- Pasad.
Justo hay sitio para todos.
Cenaron y se fueron a dormir.
A la mañana siguiente se despertaron con
mucho ruido. Se asomaron a la ventana y vieron un pájaro gigantesco que volaba
a mucha altura. Las casas eran tan altas que tocaban el cielo y había carrozas
raras.
- Sancho
esto es obra del mago, que nos ha embrujado- dijo Don Quijote.
En una farola había una fecha:
- Señor,
ahí pone que estamos en el año 1.990 - dijo Sancho.
Asustados volvieron a la cama y quedaron
dormidos de nuevo, despertando en su tiempo.
Martín Barreira Montesanto
Segundo Premio
6º B
El mayor secreto
Hay un secreto que, desde hace trescientos
años está sin desvelar. Y este secreto es que...¡CERVANTES SIGUE VIVO! Y esto
gracias a, una aventura que os voy a contar:
Era un trece de agosto de 1613, yo Miguel
de Cervantes, llevaba dos días, escribiendo una nueva aventura de Don Quijote,
era tarde y me quedé dormido encima del libro. ¡Me desperté dentro del libro!
Y allí estaba yo, en la venta, junto a Don
Quijote, Sancho Panza (su escudero) y Rocinante (su gran corcel). Y sin ninguna explicación Don Quijote me
dijo:
-¿Querría su merced de cuyo nombre
desconozco, acompañarnos en nuestro viaje?
-Mi nombre es Miguel de Cervantes, y, sí, si
quiero acompañarles.
Y sin mas dilación marchamos sin rumbo.
Después de 3 horas encontramos una humilde casa. Tocamos a la puerta y salió
un...¡GNOMO! Me miró y dijo:
-Si joven desea ser, y no morir quiere su merced, un acertijo yo
recitaré, y vos lo has de responder. En continuo movimiento estoy de noche y de
día siempre acortando la vida y mira, que no soy el tiempo.
-¡Lo sé! Es el... reloj.
-¡Sí!
Y esta, es mi historia.
Jesús Jurado Pérez 6 B
DON QUIJOTE Y EL VIAJE EN EL TIEMPO
Un
día, Don Quijote y Sancho Panza encontraron una extraña máquina. Entonces Don
Quijote con su fantasía dijo:
-Cuidado,
Sancho, un peligroso oso nos acecha.
Don
Quijote cargó contra la máquina, pero en cuanto la rozó, se vio transportado
400 años hacía delante.
-¿Qué
son esas monturas querido Sancho?
-No
lo sé mi señor-dijo Sancho.
-¿Y
este camino negro con rayas?
-Tampoco
conozco su procedencia, mi señor.
Entonces
echaron a andar y…
-¿Qué
es ese ruido, mi señor?
-No
lo sé, creo que es aquella montura con luces de allí querido amigo.
-Tienen
una multa por circular en caballo por la autovía. Tendrán que pagar ochenta
euros.
-¿¡Cómo!?
Le reto a un duelo a muerte.
Don
Quijote cargó contra el guardia, pero…
¡Lo
atravesó y volvió a su época! Se quedó atónito. Contó lo que había visto, pero
la gente siguió tomándole por un loco. Él pensó en lo que había visto y se
convenció de que eran imaginaciones suyas.
Y
siguió su camino con su corcel y su escudero y amigo Sancho Panza.
Carlos Abascal Velázquez 6ºB